Lema 2020-2021

LEMA: Abre mis puertas Señor

¿POR QUÉ ESTE LEMA?: Nuestro objetivo, es seguir creando una cultura del cuidado personal, espiritual y ecológico, descubriendo los dones personales, sabernos llamados por Dios y hacer visible el grito de Dios a los jóvenes de hoy desde el cuidado de nuestra casa común.

TIEMPO: año escolar 2020-2021

ILUMINACIÓN: Durante el año escolar 2020 – 2021 queremos que la familia Vedruna que peregrina en Venezuela, en los centros educativos, se preguntes: ¿Dónde queremos poner la mirada? ¿Qué anhelamos profundizar en este camino a transitar? ¿Qué puertas deseamos abrir, para que se conviertan en la verdadera casa de la familia Vedruna: casa de puertas abiertas? ¿Qué está aportando cada uno para cuidar la casa común?

Educar en la defensa de la vida que exige:

- - Responder a nuestra PEV como instancia educativa que se relaciona y forma red social con otras instituciones que también se proponen el cambio social y está abierta a la realidad mundial.
  - Desde cualquier instancia educativa crear un factor de cambio social.
  - Potenciar hábitos de vida saludables y responsables
  - Comprometerse en la defensa de los DDHH y desarrollando actitudes personales y comunitarias, de respeto y cuidado de la naturaleza.
  - Trabajar a favor del desarrollo sostenible y el consumo responsable.

Tendremos para este año escolar como textos inspiradores las Sagradas Escrituras, el capitulo Familia Vedruna Casa de Puertas Abiertas FVCPA y la Encíclica Laudato Si, del Papa Francisco sobre el cuidado de la Casa Común.

EXPLICACIÓN DEL LOGO:

	Frase para hacer vida la llamada del Señor desde el Carisma Vedruna a entrar y cuidar la vocación personal que tenemos en esta Casa común.
	La insignia que nos une con la congregacional de Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna.
	Símbolo de apertura, de acogida, de llenar nuestro hogar con presencia y con amistad.
	Vino y Pan que hacen que las heridas del hoy sean compartidas, reconociendo que se hacen vida en la mesa del Amor (la eucaristía).
	Alabado seas, mi Señor», En ese hermoso cántico se nos recuerda que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre (la naturaleza) bella que nos acoge entre sus brazos.
	Tu Palabra nos invita a salir a los caminos, tú señor liberas y abres nuestro corazón; donde todas las lenguas se comprenden, donde la diferencia se hace don.